¿Quién
es el pájaro de la princesa?
Grupo total de asistentes al Encuentro con el autor con Antonio Ventura
Antonio Ventura, escritor de libros infantiles y editor
español, hace honor con creces a su apellido y de paso le da un valor positivo
agregado: es un hombre con buenaventura.
Ésa fue la impresión general que dejó en todos los que asistimos al Encuentro con el autor realizado en
Arborizadora Alta en las instalaciones de su biblioteca pública.
Aunque la intención central era hablar de sus libros,
como quien no quiere la cosa terminamos
hablando también sobre su vida, un poco confirmando el propio pálpito de
Antonio al comentar acerca de su obra que: “Mis cuentos no son necesariamente
buenos, pero sí verdaderos…”. Fue una charla amena pero sobretodo muy humana,
en la que el título que se le da a este tipo de espacios y que muchas veces
parece más una frase de cajón, en esta ocasión sí fue un auténtico encuentro
con el autor.
Saltando las formalidades biográficas, Antonio comenzó
destacando a las niñas y niños participantes en la conversación, las bondades
en compartir una misma lengua, en este caso el español. Aunque compartiendo el
idioma, igual es posible: “Que no me entendáis porque el español de España es
distinto al de vosotros”, comentaba entre risas y excusas adelantadas el autor
nacido en Madrid. Desde la realidad del español hablado, saltamos enseguida a
la fantasía del español escrito por Antonio, representado en algunas de sus
obras infantiles.
Portada del libro El
pájaro y la princesa de Antonio Ventura / FCE / 2001
De estas obras, El
pájaro y la princesa (2001), sobresale por su simplicidad y belleza. Éste
fue justamente el primer texto que Antonio compartió con los asistentes al
evento. Luego de una lectura en voz alta por parte del autor, las preguntas y
respuestas empezaron a cruzar el escenario de la sala general de lectura de la
biblioteca. El tema principal de las
inquietudes surgidas en esta parte del encuentro fue el de las características
que definen el ser una princesa y la
validez que tiene la existencia de ellas en un mundo tan crudo como el actual.
Antonio dice al respecto que: “No me gustan esas princesas que solucionan todo
con una varita mágica…”, en relación con esas mujeres contemporáneas que
aparecen en revistas de farándula y que poco o nada tienen que ver con las
protagonistas de los cuentos de hadas.
De los silencios presentes en el desarrollo argumental
propuesto para El pájaro y la princesa,
surgió una inquietud adicional a las anteriores: ¿Cómo hacen los escritores
para escribir sus historias? Antonio, no vaciló en su respuesta: “La vida y las
palabras son el origen de las historias. Sin palabras no se pueden construir
historias. Cuando empecé a escribir me preocupé mucho por escogerlas bien”. No
obstante, hay que hacer una acción previa para poder escoger bien esas
palabras: hay que leer muy bien los
textos pero también la realidad que los origina.
Ésta conclusión anterior es la temática principal de El sueño de Pablo (2008), el otro texto
que Antonio compartió con los asistentes al evento. A Pablo, el niño protagonista
de esta historia, la vida le cambió, sin duda alguna, desde el momento en que
aprendió a leer. Su existencia tuvo un antes y un después a partir de este
maravilloso descubrimiento y aprendizaje. Por eso, tal vez la pregunta central
de esta parte del evento no pudo ser otra que: ¿Por qué es importante leer? -
¿En qué cambia la vida esto? Al igual que lo hecho por Pablo a lo largo del
relato, Antonio piensa que la cultura que cada quién pueda acumular mediante la
lectura, será un factor detonante para éxitos futuros y consagraciones
posteriores. Tampoco desconoce las dificultades para esto, y por eso concluye
lo expuesto en relación con la lectura afirmando que: “El problema de la gente
que no lee es que no se ha decidido a hacerlo”.
Ya próximo a concluir este Encuentro con el autor, Antonio no se guardó ningún consejo para la
vida de las niñas, niños y demás asistentes del evento. Dos de estos consejos fueron
contundentes: a la lectura como al amor no se puede obligar, por eso la función
del maestro antes que imponer materiales de lectura debe ser la de: “sugerir
cosas para leer”. También afirmó que: “Lo que no cuesta trabajo es ser imbécil”,
para destacar la importancia del esfuerzo personal como una condición necesaria
para acceder a ese tan implorado placer
de la lectura personal que todos buscamos al acercarnos a un libro.
Gracias por tantas preguntas sugeridas y respuestas
compartidas Antonio!
Esperamos que vuelvas pronto a Ciudad Bolívar!