martes, 21 de abril de 2015

¿Quién es el pájaro de la princesa?

¿Quién es el pájaro de la princesa?



Grupo total de asistentes al Encuentro con el autor con Antonio Ventura

Antonio Ventura, escritor de libros infantiles y editor español, hace honor con creces a su apellido y de paso le da un valor positivo agregado: es un hombre con buenaventura. Ésa fue la impresión general que dejó en todos los que asistimos al Encuentro con el autor realizado en Arborizadora Alta en las instalaciones de su biblioteca pública. 

Aunque la intención central era hablar de sus libros, como quien no quiere la cosa terminamos hablando también sobre su vida, un poco confirmando el propio pálpito de Antonio al comentar acerca de su obra que: “Mis cuentos no son necesariamente buenos, pero sí verdaderos…”. Fue una charla amena pero sobretodo muy humana, en la que el título que se le da a este tipo de espacios y que muchas veces parece más una frase de cajón, en esta ocasión sí fue un auténtico encuentro con el autor.

Saltando las formalidades biográficas, Antonio comenzó destacando a las niñas y niños participantes en la conversación, las bondades en compartir una misma lengua, en este caso el español. Aunque compartiendo el idioma, igual es posible: “Que no me entendáis porque el español de España es distinto al de vosotros”, comentaba entre risas y excusas adelantadas el autor nacido en Madrid. Desde la realidad del español hablado, saltamos enseguida a la fantasía del español escrito por Antonio, representado en algunas de sus obras infantiles.


Portada del libro El pájaro y la princesa de Antonio Ventura / FCE / 2001


De estas obras, El pájaro y la princesa (2001), sobresale por su simplicidad y belleza. Éste fue justamente el primer texto que Antonio compartió con los asistentes al evento. Luego de una lectura en voz alta por parte del autor, las preguntas y respuestas empezaron a cruzar el escenario de la sala general de lectura de la biblioteca.  El tema principal de las inquietudes surgidas en esta parte del encuentro fue el de las características que definen el ser una princesa y la validez que tiene la existencia de ellas en un mundo tan crudo como el actual. Antonio dice al respecto que: “No me gustan esas princesas que solucionan todo con una varita mágica…”, en relación con esas mujeres contemporáneas que aparecen en revistas de farándula y que poco o nada tienen que ver con las protagonistas de los cuentos de hadas.

De los silencios presentes en el desarrollo argumental propuesto para El pájaro y la princesa, surgió una inquietud adicional a las anteriores: ¿Cómo hacen los escritores para escribir sus historias? Antonio, no vaciló en su respuesta: “La vida y las palabras son el origen de las historias. Sin palabras no se pueden construir historias. Cuando empecé a escribir me preocupé mucho por escogerlas bien”. No obstante, hay que hacer una acción previa para poder escoger bien esas palabras: hay  que leer muy bien los textos pero también la realidad que los origina.


Portada del libro El sueño de Pablo de Antonio Ventura / Los cuatro azules / 2008

Ésta conclusión anterior es la temática principal de El sueño de Pablo (2008), el otro texto que Antonio compartió con los asistentes al evento. A Pablo, el niño protagonista de esta historia, la vida le cambió, sin duda alguna, desde el momento en que aprendió a leer. Su existencia tuvo un antes y un después a partir de este maravilloso descubrimiento y aprendizaje. Por eso, tal vez la pregunta central de esta parte del evento no pudo ser otra que: ¿Por qué es importante leer? - ¿En qué cambia la vida esto? Al igual que lo hecho por Pablo a lo largo del relato, Antonio piensa que la cultura que cada quién pueda acumular mediante la lectura, será un factor detonante para éxitos futuros y consagraciones posteriores. Tampoco desconoce las dificultades para esto, y por eso concluye lo expuesto en relación con la lectura afirmando que: “El problema de la gente que no lee es que no se ha decidido a hacerlo”.

Ya próximo a concluir este Encuentro con el autor, Antonio no se guardó ningún consejo para la vida de las niñas, niños y demás asistentes del evento. Dos de estos consejos fueron contundentes: a la lectura como al amor no se puede obligar, por eso la función del maestro antes que imponer materiales de lectura debe ser la de: “sugerir cosas para leer”. También afirmó que: “Lo que no cuesta trabajo es ser imbécil”, para destacar la importancia del esfuerzo personal como una condición necesaria para acceder a ese tan implorado placer de la lectura personal que todos buscamos al acercarnos a un libro.    


Gracias por tantas preguntas sugeridas y respuestas compartidas Antonio!


Esperamos que vuelvas pronto a Ciudad Bolívar!

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