sábado, 4 de abril de 2015

¿Para qué tener un blog?

¿Para qué tener un blog?

La pregunta puede ofender a algunos pero con seguridad, no deja indiferente a nadie. Aquí nadie, somos usted y yo. Somos nadie en este mundo globalizado en donde cada segundo un niño se muere de hambre, un río se seca en alguna parte y una nueva injusticia se comete. Somos un nadie que existe para las campañas de mercadeo, los conteos de votos y los impuestos prediales. Ahora sabiendo quién es nadie, espero no serle indiferente de aquí en adelante.

Creo que abrir un blog hoy es como estar en una isla desierta y tirar una botella al mar con un mensaje dentro: se quiere decir algo aunque sean remotas las posibilidades de ser percibido (en este caso, leído).  Oscar Wilde dijo alguna vez que sólo son necesarias dos cosas para escribir: tener algo qué decir y decirlo. Y, teniendo algo qué decir de aquí en adelante y una remota posibilidad de ser leído, creo que es propicio el tiempo para que un blog más contamine de opiniones a la ya saturada ‘red mundial de información’ ó internet. Ésa es justamente la principal utilidad que veo en tener un blog: dejar de ser dueños absolutos de nuestras verdades individuales y compartirlas con otros nadies para que éstas sean relativizadas y valoradas. Sólo de este modo podrán llegar a ser lo que en realidad son: sólo opiniones.


En este blog encontrarán mis opiniones frente al mundo y la vida, el contexto y el sujeto, acaso los dos principales condicionamientos que todos los nadies tenemos como seres humanos. No obstante, los nadies también nos diferenciamos entre sí. No somos únicos e indivisibles como nos quieren ver. Lo que me hace ser yo siendo un nadie son mis gustos por los viajes, la literatura y los temas de actualidad. Lo actual debe entenderse aquí como lo que nos pasa enfrente, esa suma del día a día que en su conjunto es la vida, según las palabras del poeta colombiano Aurelio Arturo.

Mis opiniones en este espacio irán expresadas en forma de dudas con intentos de respuesta. ¿Por qué? Porque somos hijos de la duda. Sin las preguntas, la humanidad no sería lo que hoy es. Tanto en las ciencias como en las artes, la capacidad inquisitiva del hombre ha jugado un rol central en su desarrollo. “¿Cómo hacer mejor este proceso?” ó “¿Cómo es el país de Oz?”, son preguntas que se originaron en las mentes de algunos científicos y artistas. Los efectos de estas inquietudes hoy son evidentes y aunque no necesariamente nos hacen vivir mejor, si nos permiten sobrevivir o sobrellevar con un equilibrio distinto, este tedio o spleen al que Charles Baudelaire le dedicó un buen par de líneas.

Entonces, en resumidas cuentas, tener un blog es querer contar algo y hacerlo. Aquí les contaré lo que pienso sobre los asuntos que me interesan y desvelan, que son a un mismo tiempo, los motivos que me definen como el Aprendiz de trotamundo que intento ser.

Imagen: Las edades de la vida / Caspar David Friedrich (1834)

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